¿QUÉ LE HACE EL ALCOHOL A TU CUERPO?
El alcohol es una de las principales drogas consumidas en la historia de la humanidad, sobre todo en occidente y; considerando que es una droga legal, su accesibilidad es muy alta. En muchas culturas, sociedades e incluso religiones, está asociado a múltiples ritos, tradiciones, leyendas y leyes, desde épocas muy antiguas hasta la actualidad. Por mencionar un ejemplo, los griegos en la Ilíada, ya describen la costumbre de dar vino a los soldados antes de entrar en combate, posiblemente para inhibir el miedo a la batalla.
Ahora bien, todos sabemos que el consumo de alcohol, sobre todo en exceso, es perjudicial para nuestra salud, sin embargo, ¿somos conscientes del impacto negativo que tiene en nuestro cuerpo?, además ¿sabías que una ingesta moderada con excesos ocasionales también te perjudica?
Aquí te dejo algunos datos sobre el impacto a tu salud por el consumo de alcohol.
DATOS Y CIFRAS
- Cada año se producen 3 millones de muertes en el mundo debido al consumo nocivo de alcohol, es decir, seis muertes cada seis minutos.
- El uso nocivo de alcohol es un factor causal en más de 200 enfermedades y trastornos.
- La mayoría de las muertes relacionadas con el consumo de alcohol se deben al cáncer, las enfermedades cardiovasculares, las hepatopatías y los traumatismos.
- En México, el consumo de alcohol per cápita es de 4.4 litros por año; sin embargo, el patrón de consumo se caracteriza por ser excesivo, es decir, se consumen grandes cantidades en periodos cortos, principalmente los fines de semana.
- Los adolescentes mexicanos tienen una prevalencia anual de 38.3% con un patrón de consumo diario y mensual de 0.8 y 26.6% respectivamente. El consumo de alcohol de manera excesiva es de 22.3% en hombres y 14.7% en mujeres adolescentes.
- Referente al consumo de bebidas alcohólicas entre los adultos, en México, la prevalencia global de consumo anual es de 94.3%. El consumo de alcohol de manera excesiva es de 43.6% en hombres y 23.5% en mujeres.
- Recientemente se han determinado relaciones causales entre el consumo nocivo y la incidencia de enfermedades infecciosas tales como la tuberculosis y el VIH/sida.
- Más allá de las consecuencias sanitarias, el consumo nocivo de alcohol provoca pérdidas sociales y económicas importantes, tanto para las personas como para la sociedad en su conjunto.
CONSECUENCIAS DEL CONSUMO DE ALCOHOL
EN MENORES DE EDAD
En menores de edad, el alcohol interfiere con la maduración cerebral, la cual concluye alrededor de los 25 años, y afecta sobre todo el desarrollo de las áreas encargadas del control conductual y la toma de decisiones (corteza frontal), por lo que los efectos en el sistema nervioso tienen efecto en todas las esferas del desarrollo del individuo.
Por otro lado, en los niños y adolescentes el alcohol no se metaboliza a la misma velocidad que lo adultos, por lo que el alcohol permanece más tiempo en su organismo y, por ende, los efectos tóxicos duran más tiempo (1 ½ a 2 hrs. más por cada copa estándar consumida).
EN EMBARAZADAS
El alcohol es un teratógeno químico que produce una amplia gama de trastornos embrionarios que no solo atentan contra la vida del individuo en la etapa prenatal, sino que repercuten de manera directa en su crecimiento y desarrollo. Ningún momento durante el embarazo se considera seguro para beber; de igual manera, no hay ningún tipo de bebida alcohólica que se pueda consumir en forma segura.
A NIVEL CEREBRAL
El alcohol es ansiolítico, estimulante del estado de ánimo y sedante, ralentiza el tiempo de reacción, produce incoordinación motora y afecta el juicio. En dosis muy altas, produce pérdida de la conciencia.
El consumo de alcohol está asociado con un sueño de mala calidad y breve, además de que puede exacerbar los síntomas de la apnea del sueño.
La intoxicación etílica puede producir un bloqueo temporal de la transferencia de recuerdos del almacenamiento a corto plazo al almacenamiento a largo plazo en el hipocampo, lo que resulta en recuerdos fragmentados o completamente inaccesibles de eventos que ocurrieron durante el episodio de intoxicación.
Puede provocar daños cerebrales estructurales y funcionales, que conducen a la demencia relacionada con el alcohol. Los déficits cognitivos se observan con mayor frecuencia en dominios de funciones viso-espaciales, memoria y tareas ejecutivas.
Consumir grandes cantidades de alcohol (sobredosis) ralentiza las partes del cerebro que controlan las funciones básicas de soporte vital, como la respiración, la frecuencia cardíaca, el control de la temperatura, y puede provocar la muerte.
Depresión con ideas y conducta suicidas, pesadillas, insomnio, celos enfermizos, alucinaciones auditivas y visuales, delirios de daño y persecución, alteraciones de conducta son algunas de las alteraciones psicosociales que pueden presentar los pacientes alcohólicos.
A NIVEL CARDIOVASCULAR
El consumo de alcohol puede provocar hipertensión arterial, insuficiencia cardiaca o accidentes cerebrovasculares, y hay un gran debate en diferentes fuentes bibliográficas científicas sobre los efectos de los niveles bajos de ingesta.
Además de aumentar el riesgo de padecer ECV, entre otras cosas:
- Miocardiopatía
- Hipertensión
- Fibrilación atrial
- Accidente cerebrovascular hemorrágico
- Enfermedades isquémicas del corazón
- Accidente cerebrovascular isquémico
En las personas que ya padecen Hipertensión arterial, las bebidas alcohólicas producen resistencia a la terapia hipotensora, constituyendo un factor de riesgo mayor.
A NIVEL GASTRO-INTESTINAL
Disminuye notablemente el apetito, produce calorías vacías, afecta la mucosa del sistema digestivo e impide la absorción adecuada de los alimentos que se ingieren, y aumenta notablemente las necesidades de vitaminas del organismo.
Puede provocar gastritis y úlceras gástricas.
Propicia el cáncer de boca, de faringe, de esófago, de laringe y colorrectal.
A NIVEL HEPÁTICO
En el hígado, el alcohol es metabolizado, para poder ser eliminado de nuestro cuerpo, sin embargo, los productos del metabolismo de alcohol son tóxicos para distintos órganos, además de que el abuso en el consumo puede ocasionar problemas serios en el hígado como la cirrosis.
Alrededor del 90% de los alcohólicos desarrollan esteatosis alcohólica, el 25% desarrollan hepatitis alcohólica, el 15% desarrollan cirrosis alcohólica y aproximadamente el 10% desarrollan carcinoma hepatocelular.
OTROS
También el metabolismo del alcohol produce una respuesta inflamatoria en nuestro organismo, la cual pone en “alerta” al sistema inmune y libera diversas sustancias que modifican la respuesta inmune de nuestro organismo, lo que nos pone en riesgo de padecer infecciones.
El consumo moderado de bebidas alcohólicas (una copa estándar por día) está relacionado con un incremento mayor de cáncer de mama y fracturas de hueso, mientras que el consumo de una cantidad mayor aumenta el riesgo de pólipos y cáncer de colon.
El consumo excesivo de alcohol es un factor de riesgo importante para la pérdida mineral ósea relacionada con las fracturas osteoporóticas.
Finalmente, es necesario recalcar que cualquier consumo de alcohol es un factor de riesgo para accidentes automovilísticos, el cual se incrementa de forma exponencial por una relación dosis-dependiente, es decir, que el riesgo se incrementa en 1.24 veces para tener un accidente por 10 gr de alcohol consumido (una copa estándar), mientras que para doce copas estándar el riesgo sube 52.0 veces.
¿CUÁNTO ES MUCHO?
El consumo excesivo de alcohol es definido como el consumo de cinco copas o más por ocasión para los hombres (más de 50 gr de alcohol puro); en el caso de las mujeres, cuatro copas o más por ocasión (más de 40 gr de alcohol puro).
Es importante mencionar que el concepto de “consumo moderado” es un concepto ambiguo, que ha sido fuertemente impulsado por la industria alcoholera para evitar la introducción de guías de consumo o instrumentos que limiten o restrinjan la cantidad de alcohol recomendable para la población.
En todo caso, aún con un consumo moderado, el alcohol aumenta el riesgo de desarrollar problemas de salud como la dependencia del alcohol, el deterioro cognitivo, la demencia, la ansiedad y la depresión.
Ningún nivel de alcohol es seguro.
¿Y QUÉ PASA CON EL VINO TINTO?
Diversos estudios han mostrado una relación entre el consumo de algunos tipos de alcohol, como vino tinto y cerveza y la disminución de la prevalencia de enfermedades cardiovasculares, la cual tradicionalmente se atribuye a los distintos agentes antioxidantes presentes en el vino (como el resveratrol). Sin embargo, en los últimos años se han venido acumulando estudios y meta-análisis que sugieren que dichos efectos podrían estar mediados por otras variables, como el estatus social, (que se relaciona directamente con el acceso a servicios de salud y práctica de deporte), la dieta (a este efecto se conoce como la “la paradoja francesa”, y se refiere al consumo alto de ácidos grasos omega 3 y 6 presentes en el pescado y el aceite de oliva), entre otros.
Se ha dicho que niveles bajos de consumo de vino tinto, de tan solo 5 gr de alcohol (media bebida al día), pueden proporcionar un pequeño efecto protector contra la cardiopatía isquémica. No obstante, la mayoría de las personas beben por encima de estos niveles.
Las personas que consumen un nivel bajo pero que consumen grandes cantidades de alcohol de manera episódica, tienen un mayor riesgo de ECV.
Cuanto mayor sea el consumo medio de alcohol de una persona, mayor será el riesgo de ECV.
Los efectos del alcohol en las ECV por cada bebida estándar de cerveza, licores y vino consumidos son similares. No se asocia ningún beneficio adicional al vino tinto.
No comience a beber alcohol si quiere mejorar su salud; no beber alcohol es la opción más saludable. La protección y los beneficios para la salud pueden lograrse a través de una alimentación saludable y el ejercicio.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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